Para esta ocasión Teo Palacios, nos transporta a un entorno puramente castellano y creyente a pies juntillas.
Juan Lobo, era hombre de armas, manejaba el acero con gran destreza, circunstancia que le convertía en un valedor soldado, aunque no le ocurría lo mismo con la palabra, para ellas, era moderado e incluso torpe, más aun cuando trababa de sentimientos o amores.
Después de una bochornosa derrota bajo las órdenes de su Señor Baltasar de Zúñiga, a Juan Lobo le es concedido el merecido descanso del guerrero en su pueblo natal donde le esperaba su amada Mariña, una vez allí, no tardará en descubrir que ante su falta de noticias y dándolo por muerto, ella –Mariña-, accedió a un casamiento no deseado.
Temeroso de su carácter ante tan malas noticias, su Señor Baltasar de Zúñiga, decide para Juan Lobo un nuevo cometido y así evitar una posible desgracia mejor poner tierra de por medio; acompañar a un par de frailes hasta Toledo para resolver ciertos actos misteriosos, aunque antes debería hacer parada obligatoria en tierras pucelanas y juntos seguir camino hacia la ciudad imperial.
Juan Lobo, dejaba los asuntos religiosos en manos del clero, ya que su combate diario era seguir vivo, y en cuestiones así él consideraba que el altísimo estaba muy ocupado en otros menesteres. Siempre respetuoso y fiel creyente, Juan Lobo sentía cierto resquemor con su Señor ¿Por qué le encargaba semejante custodia si él era un soldado y no un fraile? No podía evitar sentirse desplazado entre tanto rezo y la ausencia de lucha.
“La boca del diablo”, acaparará nuestra atención por la magnífica narrativa aplicada en escenas que rozan lo paranormal e ilógico. Las supersticiones, los malos presagios y las desgracias, bien marcan los pasos del texto y de sus personajes quienes solo encuentran cobijo y consuelo en la oración. No olvidemos el peso religioso de la época y el miedo al tribunal de la Inquisición. A paso lento nos vamos adentrando en una magnifica tal y como acostumbra a hacerlo Palacios.
El peso de la novela se reparte “en mi opinión” entre Juan Lobo y los frailes: Gonzalo Ramírez de Avellaneda y Bernardo de Salazar y Frías, todos desiguales y dispares; cada uno de ellos –los frailes- nos aportará nuevos conocimientos religiosos ante sus diferentes puntos de vista; uno fanático de la palabra de Dios y el otro aplicador del sentido común lógico que creara situaciones verdaderamente simpáticas.
Con voz del propio Juan Lobo, sabremos que batallas lleva ganadas y pérdidas a lo largo de su vida, sus temerosas pesadillas y sus sueños incumplidos; nos detallará sus múltiples aventuras en un destino marcado desde bien joven.
Una vez más, Teo Palacios nos encuadra su nueva novela en el marco histórico del momento, añadiéndole una trama de novela negra y sin perder la profesionalidad de su pluma de todo junto nace “La boca del diablo”. Sigue deleitándonos con una excelente prosa cuidada y entendible; y una narrativa minuciosa nos hará sentir el olor a campo, las supersticiones y los enigmas.
Siempre es un placer dejarme atrapar por la infinita sapiencia de Teo y que tan bien plasma en cada una de sus novelas.
Esta novela fue presentada en nuestra librería y por tanto podría añadir anécdotas del evento, pero no lo haré porque esa información será tema de otra entrada.
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