Huérfana desde niña, Teresa Espinosa, se queda al cuidado y bajo la tutela de su tía, una hermana de su madre. Era estricta y dura en su educación, sobria en sus modales y nada generosa en sentimientos. Poco ó nada se parecían las dos hermanas y esa gran diferencia, hacía que Teresa sufriera en silencio la rigidez de su tía y la ausencia de una madre cariñosa y dulce.
Su vida transcurre entre las horas perdidas, el negocio
familiar y las clases de pintura que compartirá
con sus únicas amigas y bajo la vieja mirada de su profesor, quien le daría un
impulso para buscar los colores en su vida.
La compra de un cartel de madera antiguo, le provocaba
una serie de intrigas, lo que fue una
compra absurda, le despertaría en ella una curiosidad desconocía y guiada por
un impulso de descubrir que había detrás de ese cartel, abandona su ciudad, sin
dar explicaciones ni justificación de sus planes.
Dejando atrás una vida cómoda y vacía, decide mudarse a París, persiguiendo un sueño y buscando
esa felicidad que brevemente vivió una vez.
En París, decide abrir lo que antiguamente fue una
tienda, ya en el viejo local encontrara algo que avivara su curiosidad. Una serie de fotos de
principios de siglo. Quien era la chica de las fotos?, ¿Porqué sentía aquella
afinidad?
Aún no he leído nada de Maxim Huerta pero... está claro que no comenzaré por esta novela.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu reseña!!
Un besito